domingo, 8 de junio de 2014

Palabras del Padre Jacinto Stábile sobre el Espíritu Santo


La actividad del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia es de suma importancia, porque habitando en los fieles y llenado a la Iglesia de su Amor, produce esa maravillosa comunión de los bautizados, unidos íntimamente a Cristo Jesús.
El espíritu Santo es el principio de la unidad de la Iglesia, enriqueciéndola con la variedad de gracias y ministerios. Es el Paráclito, es decir, el Abogado… enseña y asiste. Su asistencia se manifiesta en los momentos más difíciles de la Iglesia.
El vive y actúa en la vida de cada fiel. Dijo Jesús: “si alguien me ama, observara mis palabras, y vendremos a él y haremos morada en él”… “yo rogaré al Padre y el les dará otro Consolador, para que permanezca siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, porque no le ve y no lo conoce”.
Por eso que cada fiel es templo de la santa divinidad, iglesia viviente del Dios Amor, Uno y Verdadero. Dice San Pablo: “han recibido el Espíritu de hijos adoptivos, por el que clamamos Abba, es decir, Padre” (Del cuaderno de anotaciones del Padre Stábile, año 1982, pág. 39 – 40).