miércoles, 13 de enero de 2016

AGUINALDO 2016




TEXTO COMPLETO

Algunas pista sacadas del aguinaldo

Algunas pistas del rector mayor, que puedan ayudarnos, a modo de lluvia de ideas, como señales viales para nuestro viaje:
A.      MIRAR DENTRO → Aprendamos a 'mirar dentro': ejercitémonos y eduquemos a descubrir y enriquecer la propia interioridad, ya desde los primeros años, desde la infancia y la adolescencia. Que nuestros jóvenes puedan sentir que cuentan con quienes, frente a culturas de dispersión, les proponen el desafío de la interiorización; frente a la huida, el afrontar el sentido de la vida.
→ Ayudemos a los jóvenes a adquirir capacidades y habilidades para entrar en su mundo interior: educar a la escucha y al gusto por el silencio; cultivar la capacidad contemplativa, de asombro y admiración; gustar la experiencia de la gratuidad… Estas habilidades deben ser propuestas y ejercitadas.
→ Acompañemos a los jóvenes a explorar, en lo profundo de su corazón, la presencia de Dios que es Amor, Vida y Novedad perenne. Hagamos juntos la experiencia de descubrir y reconocer a Aquel que es más íntimo que nuestra propia intimidad y más alto que lo más alto de nuestro ser.
→ Aprendamos a crecer en la vida en Dios a través de la aceptación humilde de los propios límites, de la propia historia personal y del propio pecado.
B.      BUSCAR A DIOS → Aprendamos junto con los jóvenes a ser buscadores de Dios y leer la propia vida como bendición de Dios, a maravillarnos de su Presencia y sus huellas en nosotros, a reconocerlo como Quien nos busca, Aquel que está, El que vive en nosotros(San Agustín)
 → Tengamos el coraje y la valentía de preguntarnos en la oración si esto que hacemos o no hacemos es conforme a la voluntad de este Dios-Amor que nos habita y propongamos este mismo ejercicio a los jóvenes.
→ Promovamos una pedagogía del deseo de Dios que lleve a buscar el sentido religioso de la vida y a abrevar del “pozo de agua viva que es Jesús”.
C.      ENCONTRARSE CON JESÚS → Propongamos con osadía a los jóvenes experiencias que nos lleven al Encuentro Personal con Jesús, a un encuentro capaz de fascinarnos y de cimentar nuestra vida, sabiendo que “cuánto más se conoce a Cristo, cuanto más se le sigue, tanto más entra en nosotros el Espíritu y nuestros ojos son más capaces de verlo”.
 → Sugiramos a los jóvenes estrategias para madurar una verdadera amistad con Jesús, que sin duda irá moldeando sus miradas, su mentalidad y sus valores.
D.      SER DE LOS SUYOS → Testimoniemos a los jóvenes nuestra alegría de seguir a Jesús y anunciémosles que es hermoso ser cristiano: “¡Querría hacerles entender [a los jóvenes] que es hermoso ser cristianos!… ¡y es hermoso y es justo también creer!
→ Dejémonos conducir por el Espíritu que mueve nuestros corazones y el de los jóvenes a optar decididamente por ser de los Suyos. Alimentemos y cuidemos nuestro vínculo con Él por medio de la oración, de la Palabra de Dios, de la Reconciliación y de la Eucaristía.
E. APROPIARSE DE VALORES FUNDAMENTALES → Eduquemos desde los primeros años a estimar y a “saborear en todos los ámbitos de la existencia la familia, la amistad, la solidaridad con quien sufre, la renuncia al propio yo para servir al otro, el amor por el conocimiento, por el arte, por las bellezas de la naturaleza”. Anunciemos la inmensa alegría de creer en un Dios que asumió plenamente todo lo humano y el ser parte de la creación y denunciemos con  valentía aquello que impida el que todos puedan reconocer, contemplar y disfrutar de su Presencia en nuestro mundo.
→ Acompañemos a los jóvenes en su experiencia de fe en comunidad cristiana y eclesial como espléndida oportunidad para el descubrimiento y maduración personal de la propia vida en Dios.
→ Propongamos a los jóvenes el desafío de aceptar la vida como donación, como servicio que nos hace mejores, que libera del propio egoísmo y da sentido a nuestra vida. El Espíritu de Dios siempre nos empujará a donarnos, porque esa es la “lógica de Dios”,

E.       MADURAR UN PROYECTO DE VIDA → Colaboremos con los jóvenes, con fe y profunda convicción personal, a fin de que puedan madurar su proyecto de vida, haciendo camino para que al vivir la vida como donación, en todo tipo de servicios y profesiones, puedan ir desde las primeras experiencias significativas, aunque circunstanciales, al compromiso total de una vida que responde al llamado de Dios. Quien se adentra en los caminos del Espíritu no ha recibido solamente algunas cualidades como si fuesen regalos de aniversario, sino que “posee una especie de código genético conforme al cual va creciendo”.