BLOG DE LA PASTORAL DEL COLEGIO SECUNDARIO Y DE LA ESCUELA PRIMARIA VIRGEN DE LUJÁN DE LA CIUDAD DE CENTENARIO, NEUQUÉN. DESTINADO ESPECIALMENTE AL USO DE LOS MIEMBROS DE LA INSTITUCIÓN, Y ABIERTO A LA COMUNIDAD EDUCATIVA, COMO TAMBIÉN A TODAS AQUELLAS PERSONAS CON DESEOS DE ACERCARSE A CRISTO.
domingo, 27 de abril de 2014
sábado, 26 de abril de 2014
PARA AGRADECER LA EUCARISTÍA EN EL COLEGIO
CUANDO SE PIENSA...
Cuando
se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer
lo que un sacerdote;
Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote;
Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la Última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote;
Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por Su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios;
Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar;
Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino;
Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote;
Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la Última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote;
Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por Su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios;
Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar;
Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino;
Cuando
se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando
las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán
los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios
hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre
y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien
se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas,
y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos
abiertos por el mayor de los espantos;
Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazarlos a todos y ninguno puede reemplazarlo a él;
Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios;
Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.
Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazarlos a todos y ninguno puede reemplazarlo a él;
Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios;
Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.
Uno
comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada
familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo,
una vocación sacerdotal;
Uno
comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían
por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes;
Uno
comprende que el peor crimen que puede cometer alguien
es impedir o desalentar una vocación,
Uno
comprende que provocar una apostasía es ser como
Judas y vender a Cristo de nuevo
Uno
comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación
sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título
de nobleza incomparable;
Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado;
Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado;
Uno
comprende que dar para construir o mantener un seminario
o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor;
Uno
comprende que dar para costear los estudios de un joven
seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de
llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día,
será mucho más que todas las dignidades de la tierra
y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo,
sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.
domingo, 20 de abril de 2014
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
El Domingo de Resurrección o de
Pascua es la fiesta más importante de la Iglesia,
ya que con la Resurrección de Jesús adquiere
sentido toda la historia y la existencia.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.
Al fin será la paz y la corona,
los vítores, las palmas sacudidas,
y un aleluya inmenso como el cielo
para cantar la gloria del Mesías.
Será el estrecho abrazo de los hombres,
sin muerte, sin pecado, sin envidia;
será el amor perfecto del encuentro,
será como quien llora de alegría.
Porque hoy remonta el vuelo el sepultado
y va por el sendero de la vida
a saciarse de gozo junto al Padre
y a preparar la mesa de familia.
Se fue, pero volvía, se mostraba,
lo abrazaban, hablaba, compartía;
y escondido la Iglesia lo contempla,
lo adora más presente todavía.
Hundimos en sus ojos la mirada,
y ya es nuestra la historia que principia,
nuestros son los laureles de su frente,
aunque un día le dimos las espinas.
Que el tiempo y el espacio limitados
sumisos al Espíritu se rindan,
y dejen paso a Cristo omnipotente,
a quien gozoso el mundo glorifica. Amén.
los vítores, las palmas sacudidas,
y un aleluya inmenso como el cielo
para cantar la gloria del Mesías.
Será el estrecho abrazo de los hombres,
sin muerte, sin pecado, sin envidia;
será el amor perfecto del encuentro,
será como quien llora de alegría.
Porque hoy remonta el vuelo el sepultado
y va por el sendero de la vida
a saciarse de gozo junto al Padre
y a preparar la mesa de familia.
Se fue, pero volvía, se mostraba,
lo abrazaban, hablaba, compartía;
y escondido la Iglesia lo contempla,
lo adora más presente todavía.
Hundimos en sus ojos la mirada,
y ya es nuestra la historia que principia,
nuestros son los laureles de su frente,
aunque un día le dimos las espinas.
Que el tiempo y el espacio limitados
sumisos al Espíritu se rindan,
y dejen paso a Cristo omnipotente,
a quien gozoso el mundo glorifica. Amén.
Cristo el Señor,
como la primavera,
como una nueva aurora,
resucitó.
Cristo, nuestra Pascua,
es nuestro rescate,
nuestra salvación.
Es grano en la tierra,
muerto y florecido,
tierno pan de amor.
Se rompió el sepulcro,
se movió la roca,
y el fruto brotó.
Dueño de la muerte,
en el árbol grita
su resurrección.
Humilde en la tierra,
Señor de los cielos,
su cielo nos dió.
Ábranse de gozo
las puertas del Hombre
que al hombre salvó.
Gloria para siempre
al Cordero humilde
que nos redimió. Amén.
como la primavera,
como una nueva aurora,
resucitó.
Cristo, nuestra Pascua,
es nuestro rescate,
nuestra salvación.
Es grano en la tierra,
muerto y florecido,
tierno pan de amor.
Se rompió el sepulcro,
se movió la roca,
y el fruto brotó.
Dueño de la muerte,
en el árbol grita
su resurrección.
Humilde en la tierra,
Señor de los cielos,
su cielo nos dió.
Ábranse de gozo
las puertas del Hombre
que al hombre salvó.
Gloria para siempre
al Cordero humilde
que nos redimió. Amén.
Estaba al alba María,
llamándole con sus lágrimas.
Vino la Gloria del Padre
y amaneció el primer día.
Envuelto en la blanca túnica
de su propia luz divina
-la sábana de la muerte
dejada en tumba vacía-,
Jesús, alzado, reinaba;
pero ella no lo veía.
Estaba al alba María,
la fiel esposa que aguarda.
Mueva el Espíritu al aura
en el jardín de la vida.
Las flores huelan la Pascua
de la carne sin mancilla,
y quede quieta la esposa
sin preguntas ni fatiga.
¡Ya está delante el esposo,
venido de la colina!
Estaba al alba María,
porque era la enamorada. Amén.
llamándole con sus lágrimas.
Vino la Gloria del Padre
y amaneció el primer día.
Envuelto en la blanca túnica
de su propia luz divina
-la sábana de la muerte
dejada en tumba vacía-,
Jesús, alzado, reinaba;
pero ella no lo veía.
Estaba al alba María,
la fiel esposa que aguarda.
Mueva el Espíritu al aura
en el jardín de la vida.
Las flores huelan la Pascua
de la carne sin mancilla,
y quede quieta la esposa
sin preguntas ni fatiga.
¡Ya está delante el esposo,
venido de la colina!
Estaba al alba María,
porque era la enamorada. Amén.
Cantarán, llorarán razas y hombres,
buscarán la esperanza en el dolor,
el secreto de vida es ya presente:
resucitó el Señor.
Dejarán de llorar los que lloraban,
brillará en su mirar la luz del sol,
ya la causa del hombre está ganada:
resucitó el Señor.
Volverán entre cánticos alegres
los que fueron llorando a su labor,
traerán en sus brazos la cosecha:
resucitó el Señor.
Cantarán a Dios Padre eternamente
la alabanza de gracias por su don,
en Jesús ha brillado su Amor santo:
resucitó el Señor. Amén.
sábado, 19 de abril de 2014
SÁBADO SANTO
El sábado santo es un día de
oración junto a la tumba esperando la resurrección. Es día
de reflexión y silencio. Es la preparación para la celebración
de la Vigilia Pascual
Por la noche se lleva a cabo la celebración de la Vigilia Pascual. Dicha celebración tiene tres partes importantes que terminan con la Liturgia Eucarística:
1. Celebración del fuego nuevo.
2. Liturgia de la Palabra.
3. Liturgia Bautismal.
Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo.
También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos como miembros de la asamblea.
Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras promesas bautismales y acercarnos a la Iglesia con un espíritu renovado.
Por la noche se lleva a cabo la celebración de la Vigilia Pascual. Dicha celebración tiene tres partes importantes que terminan con la Liturgia Eucarística:
1. Celebración del fuego nuevo.
2. Liturgia de la Palabra.
3. Liturgia Bautismal.
Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo.
También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos como miembros de la asamblea.
Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras promesas bautismales y acercarnos a la Iglesia con un espíritu renovado.
viernes, 18 de abril de 2014
VIERNES SANTO
En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz
para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El
sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de
la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra
la Santa Misa.
En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.
El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.
En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.
El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.
Este
niño no sabe de actuaciones. Pensó que todo era real y corrió -como
nuevo Cirineo- a ayudar a Jesús en su paso por la vía dolorosa. ¡Qué
lección nos da este infante!. Seamos como él, pues bien dijo el Señor:
"En verdad os digo que si no os volvéis y hacéis semejantes a los niños,
no entraréis al reino de los cielos". Mt XVIII,3.
NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
¿Pueblo mío, qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme!
Yo te guié cuarenta años por el desierto, te alimenté con el
maná, te introduje en una tierra excelente; tú preparaste una cruz para
tu Salvador.
¿Qué más pude hacer por ti? Yo te planté como viña mía, escogida
y hermosa, ¡Qué amarga te has vuelto conmigo! Para mi sed me diste
vinagre, con la lanza traspasaste el costado a tu Salvador.
Por ti yo azoté a Egipto y a sus primogénitos; tú me entregaste
para que me azotaran. Yo te saqué de Egipto, sumergiendo al Faraón en el
mar Rojo; tú me entregaste a los sumos sacerdotes.
Yo abrí el mar delante de ti; tú con la lanza abriste mi
costado. Yo te guiaba con una columna de nubes; tú me guiaste al
pretorio de Pilato.
Yo te di a beber el agua salvadora que brotó de la peña; tú me
diste a beber hiel y vinagre. Yo por ti herí a los reyes cananeos; tú me
heriste la cabeza con la caña.
Ya del gran Rey tremolan las banderas,
Ya brilla el santo emblema de la Cruz,
En que la Vida recibió la muerte
Y con su muerte procuró la vida
¡Oh árbol, el más bello, el más hermoso,
Del Rey hermoseado con la púrpura,
Que fue escogida del más digno tronco
jueves, 17 de abril de 2014
DÍA DEL SACERDOTE
EN EL DÍA DEL CURA, !FELICIDADES PADRE GUSTAVO!
RECEMOS ESPECIALMENTE POR LOS PRESBITEROS DE NUESTRA DIOCESIS
RECEMOS ESPECIALMENTE POR LOS PRESBITEROS DE NUESTRA DIOCESIS
JUEVES SANTO
El Jueves Santo abre el Triduo Pascual. En este día la Iglesia conmemora con la Ultima Cena la institución de la Eucaristía, del sacerdocio ministerial y del Mandamiento del Amor, especialmente con el lavatorio de pies realizado por Jesús.
miércoles, 16 de abril de 2014
SALUDO PASCUAL
Estimadas
familias: Como colegio Católico somos comunidad de fe que camina hacia la
Pascua definitiva. Por ello, en esta Semana Santa, queremos compartir con
ustedes la preciosa esperanza de la Vida Eterna. Que la Paz y la Luz de Cristo
habiten en sus corazones y que por los méritos de la Pasión y Cruz de nuestro
Salvador, sean llevados sin miedo a la Gloria de nuestro Dios. ¡La muerte ha
sido vencida! ¡Verdaderamente ha resucitado el Señor, como había dicho! ¡Feliz
Pascua de Resurrección!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)