¿QUÉ ES EL SISTEMA PREVENTIDO?
“Consiste en dar a conocer las
normas y reglamentos y vigilar después, de manera que los muchachos tengas
siempre sobre sí el ojo vigilante del asistente. Estos, como padres amorosos
hablan, sirven de guía en toda circunstancia, dan consejos y corrigen con amabilidad
(…) consiste en colocar a los niños en la imposibilidad de faltar” (Don Bosco).
Se inspira en el método del Buen
Pastor: “Yo soy el buen pastor, conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a
mí, como el Padre me conoce a mí y yo conozco al padre, y doy mi vida por mis
ovejas” (Jn 10, 14-15).
LOS ELEMENTOS
FUNDAMENTALES DEL SISTEMA PREVENTIDO
RAZÓN
Es racionalidad… Es guiar al
chico con claridad de ideas y de acuerdo a la verdad, indicándole qué debe
hacer y recordándoselo con insistencia. Deben comprender las cosas que les
pedimos.
Es sentido común… ser sencillos,
normales, espontáneos en el trato con los demás. No pedir cosas raras…
Es persuasión y convencimiento…
Es persuadir en vez de imponer.
Es conocer y adaptarse a la
realidad juvenil. Esto supone diálogo abierto, confianza, comprensión y
comunicación profunda.
AMOR
Es caridad sobrenatural… Amar a
los jóvenes por amor a Dios. Ser portadores del amor a Dios a los jóvenes. Amar
a los jóvenes para llevarlos a Dios.
Es amistad humana… Crear una
verdadera amistad que sólo busque el bien del joven. Una amistad sincera,
sencilla, cordial, basada en la confianza.
Es afectividad sincera… El amor
educativo debe ser experimentable y sensible a los jóvenes, sin caer en el
sentimentalismo. “Falta lo mejor… qué los jóvenes no sólo sean amados sino que
ellos mismos se den cuenta que se los ama” (Don Bosco).
Características del amor
educativo
·
Amar a todos y a cada uno.
·
Amar primero, dar el primer paso.
·
Acercarse a los jóvenes, tratar de comprender su
situación, querer las cosas que ellos quieren,
saber escuchar y dialogar con ellos, ponerse a su nivel pero que ellos
respeten la figura del educador.
·
Amar sin esperar ninguna recompensa.
·
Hacerse amar por los jóvenes.
RELIGIÓN
“Quiero que me ayuden en una
empresa, en un negocio. Es el salvar vuestras almas. Este no es sólo el
principal, sino el único motivo por el que yo estoy aquí. Pero sin su ayuda no
puedo hacer nada. Necesito que nos pongamos de acuerdo y que entre ustedes y yo
exista una verdadera confianza y amistad” (Buenas Noches de Don Bosco).
Religión es la idea central de
todo el método educativo. Llevar a los muchachos a la amistad con Cristo. Que
establezcan una relación sencilla y familiar con Dios en la oración, en el
ofrecimiento de las pequeñas cosas: juegos, trabajo, estudio…
Medios fundamentales
·
Eucaristía: comunión frecuente, misa diaria y
visitas.
·
Reconciliación: frecuente y sencilla, tener
confesor fijo, examen diario de conciencia.
·
Dirección espiritual: sinceridad y gran
confianza con el sacerdote.
·
Oración: Sencilla, continua unión con Dios,
jaculatorias.
·
Amor a la Virgen: confianza en María Auxiliadora
ante las dificultades, devoción al rosario, imitar las virtudes de la Virgen
(pureza, fe…).
·
Amor a la Iglesia y al Papa: unidad con los
pastores en general.
·
Asociaciones: grupos donde los muchachos se
ayuden a vivir el Evangelio y colaboren para mejorar a los demás.
ASISTENCIA
“No dejar nunca solos a los
jóvenes. Vigilar en todo lugar y tiempo, de manera que no quede ni cosa, ni
persona, ni muchacho, ni lugar que no estén confiados a alguien” (Don Bosco).
Normas concretas
·
No usar nunca un tono imperativo: “quiero, andá,
hacé esto”, sino: “Podrás hacerme un favor, estarías dispuesto a…”.
·
No mandar cosas superiores a las fuerzas del
muchacho.
·
Sano criterio. No castigar cualquier mínima
falta, sobre todo cuando es involuntaria.
·
Se firmes en las decisiones, seguros en lo que
mandamos, y mantener la orden cuando es justa.
·
Observar todo y a todos.
·
Actitud confiada y no sospechosa.
·
Ser equilibrado. Guiarse siempre por la razón y
no por los impulsos.
·
No dejar nunca solos a los chicos. Estar siempre
con ellos en todas partes (juegos, baños, catequesis, paseos…).
·
No permanecer indiferente ante los desórdenes.
Tratar de prevenirlos.
·
Saber constantemente donde se encuentran
los muchachos, que pidan permiso para
ausentarse del grupo.
·
Ser pacientes ante las actitudes desubicadas de
los chicos. No lo hacen para hacer enojar al asistente, sino por las
características propias de su edad. Recordar cómo actuábamos nosotros en esas
edades.
CORRECCIÓN
·
Corregir en privado con prudencia y calma.
·
Ser comprensivos, firmes e imparciales.
·
Que el corregido se aleje de nosotros satisfecho
y como amigo.
·
Saber olvidar los errores, no ficharlo para
siempre, darle la pasibilidad de cambiar.
·
Evitar la humillación. Buscar el momento
oportuno y acudir a la reflexión y a la razón. Que el muchacho reconozca su
falta y se comprometa a no reincidir.
·
Considerarlo como tu hermano: “amabilidad,
comprensión y respeto son las llaves del corazón” (Don Bosco)
AMBIENTE
“Era una escena llena de vida, de
movimiento y de alegría. Quien corría, quien saltaba, quien jugaba a la
bandera, quien a la pelota. En un rincón un sacerdote cuenta una historia a los
chicos. En el otro un salesiano con otro grupo jugando al burro vuela. Se
cantaba, se reía por todas partes, y por doquier sacerdotes y clérigos, y
alrededor de ellos jovencitos que alborotaban alegremente el ambiente. Entre
jóvenes y superiores reinaba la mayor cordialidad. Valfre me dijo: Vea, la
familiaridad engendra afecto, y el afecto confianza” (carta de Don Bosco)
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